Nevado Mateo
Ascenso al Nevado Mateo: Mi Primera Cumbre de Montaña en Áncash
Y un día se hizo realidad: el ascenso al Nevado Mateo. Agarré una agenda, marqué el objetivo y, junto a Rutas del Mochilero, conquisté mi primera cumbre de alta montaña en Áncash, un destino que hasta hace unos años parecía imposible poder conocerlo.
La Travesía Nocturna: De Huaraz a la Punta Olímpica
Recuerdo que esta aventura de montañismo empezó hace cuatro años. Eran las 2 de la mañana, cuando viajamos desde la ciudad de Huaraz (Áncash) hasta la Punta Olímpica, en Carhuaz. Aquel día estaba nervioso, pensativo, intentaba dormir, pero solo pensaba en todos esos maravillosos paisajes que vi en algunas fotos o películas sobre andinismo y montañas.
Luego de dos horas de viaje, llegamos al túnel de la Punta Olímpica (4736 m s. n. m.) y bajamos de la movilidad para emprender una alucinante aventura.
El Equipo de Montaña y el Inicio del Ascenso
En medio de la oscuridad, uno de los guías de montaña revisó que tuviera listo todo mi equipo para el ascenso. Me dieron botas, crampones, el piolet, escarpines, arnés, casco, etc.
Hacía mucho frío, pero debía continuar. Unos minutos después, el guía dio las indicaciones para el ascenso, encendí mi linterna frontal, ajusté bien mis guantes y empecé la travesía. El trayecto era cuesta arriba, mientras que a lo lejos iba observando la silueta de una de las montañas más imponentes del Perú: el nevado Huascarán, una joya del Parque Nacional Huascarán.
Rumbo al Glaciar: El Desafío a 5000 msnm
Los minutos pasaban y los primeros rayos del sol iban pintando de colores cada montaña. Una hora y media después, llegamos al glaciar del Nevado Mateo y ahí, en lo más alto, se encontraba mi objetivo. Tenía miedo de no poder lograr este ascenso en alta montaña, de quebrarme en el trayecto, pero ya no había marcha atrás, no podía rendirme.
Mientras me rehidrataba, el guía me colocaba los crampones, luego formamos una sola cordada con dos mochileros más, ajustamos las cuerdas y empezamos nuestra caminata por la nieve. Era el último tramo que me faltaba para saber lo que se sentía caminar por la cima de una montaña.
Fue extraño y, a la vez, emocionante, pero conforme pasan los minutos te acostumbras y mantienes un buen ritmo. Caminar en altura no es fácil porque, a más de 5000 m s. n. m., sientes que el oxígeno disminuye, pero si tu objetivo está frente a tus ojos, tienes la mejor motivación para seguir tu camino.
¡Cumbre! La Cima del Nevado Mateo
Después de casi tres horas de esfuerzo, llegué a la cima del Nevado Mateo (aprox. 5150 m s. n. m.). Mi cuerpo explotó con miles de emociones, algunas lágrimas mojaron mi rostro, pero tenía una enorme sonrisa porque mi sueño se hizo realidad.
Fue el 24 julio del 2021 cuando por fin pude gritar en lo más alto de mi destino: “¡Cumbre, carajo!”. Sin duda, valió la pena este increíble tour al Nevado Mateo.
